El efecto puede durar de 3-6 meses. En hiperhidrosis el efecto puede durar de 6 a 12 meses.

Se recomienda la aplicación cada 4 meses, pero esto puede variar en cada caso.

Botox se puede usar para tratar líneas y arrugas en diferentes áreas faciales, incluidas la frente entrecejo, el área de los ojos (patas de gallo) y las líneas de los labios y dorso nasal. Se puede inyectar para suavizar los hoyuelos de la barbilla. Botox también se puede inyectar en los músculos de la mandíbula para ayudar a aliviar el dolor de rechinar los dientes o para un efecto adelgazante de la mandíbula.

Los tratamientos de Botox son rápidos con un mínimo de molestias. El tratamiento no requiere anestesia ni tiempo de recuperación. Muchas personas reciben Botox durante sus horas de almuerzo y pueden volver a trabajar inmediatamente después de su cita.

El procedimiento no se considera doloroso. Cada paciente muestra diferente sensibilidad o tolerancia. Empleamos un dispositivo que reduce la molestia durante la aplicación. La mayoría de los pacientes informan un breve período de incomodidad durante la inyección, que no persiste una vez que se completa el procedimiento.

Algunos pacientes pueden preguntarse si son “demasiado jóvenes” o “demasiado viejos” para probar Botox. No hay edad correcta o incorrecta para comenzar a usar Botox. Los pacientes deben ser evaluados y recibir una consulta de un profesional médico antes del tratamiento. Muchos millennials comienzan a usar Botox a los veinte años cuando comienzan a notar líneas y arrugas o como medida preventiva.

Sí, Botox es un tratamiento aprobado por la FDA para revertir líneas y arrugas. Sin embargo, los pacientes que están embarazadas, amamantando o tienen ciertas enfermedades neurológicas no deben recibir tratamientos de Botox.

Una semana antes del tratamiento, la mayoría de los médicos aconsejarán a los pacientes que dejen de tomar medicamentos o suplementos que diluyan la sangre como la aspirina, el ibuprofeno, los anticoagulantes, el gingkobiloba o el ginseng. Esto ayudará a minimizar los hematomas después del procedimiento.

Los efectos secundarios de un tratamiento de Botox pueden incluir hematomas, hinchazón, enrojecimiento o sensibilidad alrededor del sitio de inyección, todo lo cual se resolverá sin intervención después de unos días a una semana. Existe el riesgo de que el Botox se difunda a músculos no deseados y cause descenso transitorio del parpado superior, por lo que se recomienda que el paciente evite acostarse las primeras 4 horas después de la aplicación.